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miércoles, 22 de marzo de 2017

Timbal de fresas con naranja y chocolate


Sólo las fresas con nata son más populares que las fresas con naranja, y sólo las fresas con naranja son más populares que las fresas con chocolate. Así que dejando aparte la nata de momento, ¿qué nos queda? Exacto: un timbal de fresas con naranja y chocolate. Una mezcla genial. Y eso sin contar las asociaciones de ideas que surgen al unir la fresa y el chocolate, ¿verdad? Para este timbal yo he utilizado como molde un aro de emplatar al que he añadido un fondo de papel film sujeto con una goma elástica. (En fin...) Para un timbal para cuatro personas, en vez de cuatro aros de emplatar... "tuneados", quizá sea más sencillo usar un molde desmontable de unos 18 cm. No se llenará hasta arriba, pero tendremos un gran timbal. Por cierto, antes de que me olvide: con esta receta participo en el reto mensual de Facilísimo de recetas con fresas.


Ingredientes para cuatro personas:
750 gr de fresas grandes o fresones
4 naranjas grandes (Un kilo, más o menos)
100 gr de azúcar
100 ml de agua
150 gr de chocolate para fundir
100 gr de nata
1 C.S. de vainilla
30 gr de mantequilla
4 hojas de gelatina

Elaboración:
  1. Preparamos una confitura ligera con las naranjas. Para ello las lavamos muy bien las pelamos a lo vivo (vea aquí una demostración de lo fácil que es hacerlo. Ah, no se deje impresionar por las primeras imágenes, los fantasmas son inofensivos. De todas formas hágalo sobre un cuenco para "recoger" el zumo). Reservamos la piel de una de las naranjas, a la que quitaremos cuidadosamente la parte blanca.
  2. Ponemos en un cazo los gajos y el zumo que hayamos recogido al pelarlos, la piel limpia y picada en brunoise (juliana muy fina) y el azúcar. Añadimos el agua y hervimos a fuego suave durante 20 minutos removiendo de vez en cuando.
  3. Trituramos con la batidora para obtener un "puré" ligero y dejamos reposar. Vamos a necesitar unos 500 ml de esta confitura, si hemos conseguido menos se puede completar con un poco de zumo extra. (Esta confitura debe hacerse con tiempo de antelación suficiente, mínimo un par de horas o incluso la noche anterior, para que la confitura repose).
  4. Lavamos muy bien las fresas, elegimos las más grandes y parejas y las cortamos longitudinalmente en rebanadas finas y lo más iguales posible. Reservamos los "restos".
  5. Untamos ligeramente con mantequilla el interior de un molde y forramos  sus paredes con los triángulos de fresa. Si es necesario cortamos un poco la base de estos triángulos para que quede recta.
  6. Rellenamos el molde hasta media altura de  los triángulos con fresas troceadas, aprovechando también  los restos de cortar los triángulos. Reservamos.
  7. Hidratamos las hojas de gelatina durante cinco minutos en un poco de agua fría, y mientras se hidratan ponemos a fuego bajo la confitura de naranja.
  8. Cuando esté caliente, pero sin dejar en ningún momento que hierva, escurrimos las hojas de gelatina y las agregamos, removiendo bien para que se disuelvan.
  9. Dejamos entibiar un poco y vertemos en el molde sobre las fresas, dejando un espacio como de un par de centímetros sin rellenar.
  10. Llevamos al frigorífico y dejamos hasta que la gelatina cuaje: dos o tres horas como mínimo.
  11. Preparamos entonces la cobertura: troceamos el chocolate y lo ponemos en un cuenco.
  12. Calentamos a fuego suave la nata en un cazo hasta que rompa a hervir y la vertemos sobre el chocolate, dejando reposar cinco minutos sin tocarlo.
  13. Removemos entonces con una espátula hasta mezclar perfectamente. Añadimos una cucharada sopera de esencia de vainilla, mezclamos bien y añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y cortada en pequeños dados, removiendo para que se disuelva y se mezcle bien.
  14. Dejamos entibiar ligeramente y cubrimos con esta ganache la gelatina de fresas, que debe de estar bien fría, y dejamos nuestro timbal en el frigorífico otro par de horas.
  15. Al servir, decoramos con un "copete" de hojas de fresa.


miércoles, 8 de marzo de 2017

Baklava




...del turco baklava, que significa baklava, es un pastel hecho de frutos secos, canela, miel y crujiente masa filo. Pastel que nos trae reminiscencias que van desde Las mil y una noches ("¡Oh pasteles, dulces, finos y exquisitos, pasteles increíblemente hechos por manos humanas!..." [Noche trece]) hasta las fiestas de los jenízaros en el palacio Topkapi, en cuyas cocinas se dice que el original y antiguo pastel evolucionó hasta la forma con la que hoy le conocemos. Así que si es usted goloso, adelante: es fácil de hacer y muy, muy rico de comer.

Ingredientes:

Para el pastel:
6 hojas de masa filo
150 gr de nueces peladas
150 gr de pistachos pelados
100 gr de azúcar
Una cucharada sopera rasa de canela
100 ml de mantequilla fundida

Para el almíbar
100 ml  de agua
100 ml de miel
La piel de media naranja
La piel de medio limón



Elaboración:
  1. Trituramos finamente, pero sin convertirlos en harina, los frutos secos y los mezclamos  bien con el azúcar y la canela. Reservamos.
  2. Fundimos la mantequilla al baño María.
  3. Cortamos las hojas de masa filo del tamaño del molde que vayamos a usar y colocamos dos en el fondo de dicho molde, cuyo interior habremos engrasado para ayudarnos luego a desmoldar.
  4. Pincelamos con la mantequilla las hojas de masa filo y añadimos una capa de la mezcla de frutos secos, azúcar y canela.
  5. Repetimos la operación (dos hojas de masa filo, pincelar con mantequilla fundida, añadir frutos secos) hasta acabar la mezcla, tapando finalmente con otras dos hojas de masa filo que también pintaremos con mantequilla. La "altura" de nuestro baklava dependerá del tamaño del molde, naturalmente.
  6. Cortamos ahora con un cuchillo bien afilado en el número de raciones que deseemos, ya que una vez horneado la masa filo resulta más quebradiza y difícil de cortar.
  7. Llevamos al horno precalentado a 180º y dejamos durante 30 o 40 minutos.
  8. Mientras, preparamos el almíbar poniendo en un  cazo el agua, la miel y las pieles de naranja y limón que llevamos a fuego medio-bajo hasta conseguir un jarabe no muy espeso. Reservamos.
  9. Una vez horneado el baklava, dejamos atemperar fuera del horno, bañamos con el almíbar y dejamos reposar un mínimo de doce horas.