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miércoles, 12 de abril de 2017

"Yemas" de almendra, coco, miel y naranja


Inspiradas en las conocidas yemas de Santa Teresa típicas de Ávila, y muy fáciles de hacer, estas dulces bolitas de almendra, coco, miel y naranja son una tentación irresistible: una vez que se prueban ya no hay manera de parar hasta que se acaban. Las proporciones de los ingredientes pueden variarse en función de filias y fobias personales: añadir más miel o no poner tanta ralladura de naranja, por ejemplo... Con las cantidades especificadas, y dependiendo del tamaño que se les dé, salen alrededor de una docena de riquísimas "yemas de coco".  



Ingredientes:

250 gr de almendras molidas
250 gr de coco rallado
El zumo de dos naranjas
La piel rallada de una naranja
2 cucharadas bien generosas de miel
Azúcar glas (opcional)

Elaboración:

  1. Lavamos bien las naranjas y rallamos la piel de una de ellas.
  2. Exprimimos las naranjas y desleímos la miel en el zumo. Si la miel es muy densa, se puede desleír primero con un poco de agua al baño María.
  3. Reservamos un par de cucharadas de coco para el "rebozado" final.
  4. Mezclamos bien en un cuenco el resto del coco rallado con las almendras molidas y la ralladura de naranja.
  5. Ahora, vamos añadiendo poco a poco la mezcla de miel y zumo, removiendo para mezclar bien, hasta conseguir una masa fácilmente manejable. (Es mejor tener que añadir un poco más de líquido que pasarse con él).
  6. Damos forma a las bolitas, más o menos como si estuviéramos haciendo albóndigas, y las "rebozamos" en coco rallado, o en azúcar glas, o unas cuantas en cada, como se prefiera.
  7. Finalmente, las ponemos en pequeñas cápsulas de papel, del tipo usado para magdalenas.

 ¿Conservación? Olvídelo: no durarán lo suficiente, una vez que las sirva, para tener que conservarlas.

miércoles, 5 de abril de 2017

Pastel de queso, peras y miel

Inspirado, en principio, en el popular y riquísimo mel i mató catalán, lo cierto es que finalmente sólo ha quedado de la idea original la miel coronando un pastel de queso... y ni siquiera de requesón. Pero es fácil de preparar, no se necesita horno y el resultado es espectacular tanto para la vista como para el paladar. Así que ánimo y vamos a ello.



Ingredientes.

Para el pastel:
100 gr de galletas (de las eternas María de toda la vida)
30 gr de mantequilla
500 gr (una tarrina) de queso para untar
250 ml de nata para montar
Una pera conferencia grande
100 ml de zumo de lima
La piel rallada de una lima
4 hojas de gelatina neutra
Una cucharada de azúcar
Una cucharadita de esencia de vainilla

Para la cobertura:
150 ml de agua
200 ml de miel
3 hojas de gelatina neutra

Para decorar el pastel (opcional):
Grosellas
Rodajas de lima

Con estas cantidades se puede "rellenar" un molde rectangular de unos 23 por 13 cm, con lo que se obtienen cuatro (muy generosas) raciones.

Elaboración:

  1. Machacamos las galletas hasta reducirlas a una especie de fina arenilla y las mezclamos con la mantequilla para formar una masa maleable, añadimos una cucharadita de esencia de vainilla y mezclamos bien.
  2. Forramos el interior del molde con papel film (esto nos ayudará después a desmoldar el pastel sin problemas) y extendemos en su base la masa de galletas y mantequilla, formando una capa fina y uniforme, y reservamos  el molde en el congelador.
  3. Pelamos la pera, quitamos la parte central donde están las semillas, la cortamos en trozos lo más uniformes posible y los ponemos en un cazo. Añadimos agua en la que habremos disuelto una cucharada de azúcar, justo para cubrir los trozos, y llevamos a fuego suave unos ocho o diez minutos. Retiramos del fuego, colamos y reservamos. (Ojo con este paso: los trozos de pera no deben deshacerse. Si está muy madura necesitará menos cocción, vigile pinchando con un palillo hasta que los vea blandos pero enteros.)
  4. Ponemos las cuatro hojas de gelatina en un cuenco con agua fría para que se hidraten.
  5. En un cuenco grande batimos  el queso con las varillas, agregamos la nata, el zumo de lima y su ralladura y batimos de nuevo hasta mezclar muy bien todos los ingredientes. Tenemos que conseguir una crema ligera y muy bien batida.
  6. Llevamos a fuego muy suave, en ningún momento debe de hervir, y cuando coja un poco de calor añadimos las hojas de gelatina bien escurridas. Revolvemos para mezclar bien, dejamos un par de minutos revolviendo siempre, hasta que se disuelva la gelatina, retiramos del fuego y reservamos.
  7. Sacamos el molde del frigorífico y disponemos en el fondo unos trozos de pera, vertemos parte de la mezcla de queso, añadimos el resto de la pera y acabamos de rellenar con la crema de queso. Llevamos al frigorífico y dejamos dos o tres horas hasta que cuaje la gelatina.
  8. Pasado ese tiempo ponemos a hidratar tres hojas de gelatina en un cuenco con agua fría durante 5 minutos.
  9. Mezclamos en un cazo 125 ml de agua y 125 ml de miel y lo ponemos a fuego muy suave, sin dejar que hierva.
  10. Añadimos la gelatina y removemos hasta que esté disuelta. Retiramos del fuego y reservamos hasta que esté fría, momento en el que la vertemos sobre el pastel de queso, volviendo a dejarlo en el frigorífico hasta que cuaje la cobertura de miel.
  11. Finalmente, y antes de servirlo, desmoldamos, cortamos cuidadosamente en cuatro porciones y las decoramos con unos racimillos de grosella y unas rodajas de lima.